Vete las veces que quieras... solo una podrás volver.
Después de un tiempo, de idas y venidas
aprendes que quien quiere quedarse no necesita un “quédate”… y para quien ya
decidió marcharse ni si quiera es necesario un “adiós”, ni un “vuelve”.
Quien quiere volver nunca se va, por mucho que
amenace con hacerlo.
Como en todo, esto no es una regla exacta…
Hay quien necesita irse para saber que quiere
volver…
También está quien tiene que dormir lejos de tu
cama para darse cuenta que sueña contigo, pero le basta dormir lejos de ti una
vez para volver...
Quiero decir, que en mi vida, puedes irte las
veces que quieras, pero solo puedes volver una. Por si las dudas, por si
necesitas darte cuenta si me echas de más o de menos. Pero solo una vez, y
cuando sepas si te sobro o me necesitas; vuelve, pero sin la más mínima duda en
el bolsillo, porque no estoy dispuesta a vivir con miedo a que te marches, no
estoy dispuesta a luchar por que te quedes, ni si quiera estoy dispuesta a
decirte vuelve si ya te has marchado dos veces.
Entiendo tus dudas y también las mías, y yo
también he tenido ganas de salir corriendo para ver si eras capaz de buscarme,
yo también me hubiese ido en más de una ocasión con algún que otro motivo, pero
decidí quedarme, por eso no estoy dispuesta a tener que salir a buscarte cada
vez que decidas que es una buena ocasión para abandonar todo.
Hazlo, mándalo todo a la mierda, pero no
vuelvas más.
Ni se te ocurra hacerme vivir en un ahora sí y
ahora no, en un “no quiero estar contigo pero no puedo estar sin ti”, en un “tienes
que olvidarme pero sigo hablando contigo”. No, eso ya no te lo permito. Alguien
que ya se despidió pero que todavía sigue ahí lo único que es capaz de hacer es
daño, daño cuando me vuelva a ilusionar, daño cada vez que me hablas y me
desmontas todos los esquemas que tenía en mi cabeza.
Daño, porque nadie es capaz de olvidar a quien
todavía tiene al lado, nadie que quiera de verdad, y yo, por suerte o por
desgracia, te quise, te quiero… de verdad, aunque ojala fuese mentira a estas
alturas.
Por eso vengo a pedirte que te marches, y esta
vez por mí, porque no puedo vivir pendiente de cuando decidas volver a hacerme
daño, no puedo estar pendiente de cuando me vas a volver a hablar y cuando no,
parece que hueles mi felicidad y cuando ya no te pienso; vuelves… y todo a la
mierda. Y no, no puedo más con esto, no me dejas ser feliz contigo… pero
tampoco ser feliz sin ti…
Ojala pudiese decirte lo egoísta que eres, a ti
no te cuesta estar sin mi, ¿por qué no me dejas en paz? Soy yo la que todavía
le queman las dudas cuando apareces y tengo que ser yo quien se aleje de ti, ¿no
ves lo difícil que es esto?...
Fue muchísimo más sencillo cuando fuiste tú quien
decidiste irte, solo me tocaba aceptarlo, pero esta vez debo ser yo, quien se
aleja de lo que quiere, de alguien que sigue ahí después de tanto, y que una
parte de mi quiere que se vaya pero la otra quiere que siga siempre ahí, pero
no de esta manera, no con un ahora si y ahora no. No siendo tu paño de lágrimas
cuando lo necesitas o queriéndome cuando no te queda nadie a quien querer, no
como tu comodín cuando todo el mundo falla.
Supongo que esta vez tengo que alejarme yo,
porque te quiero, porque me quiero, y sobre todo porque no sabemos estar juntos
sin salir llenos de cicatrices, y yo ya tengo tantas cicatrices con tu nombre
que empieza a faltarme espacio, y ganas, para volver a tatuarte en mi piel.