Lo peor no fue que te marchases, lo peor fue que me dejases aquí... sin ti.
La verdad no sé qué será de mí...
Lo peor no fue
verte marchar,
ni ver cómo caminabas
ausente ya sin mí,
sin ese
pronombre que hicimos nuestro (nosotros),
sin fuerzas para
volver y sin girar la cabeza..
Lo peor no fue tu
forma de decir que ya no era bastante lo que para mí era una vida,
ni que habías
dejado de verme como antes,
ni el ser
consciente de que en tu presente YO estaba de más...
Lo peor no fue
ver cómo todas esas llamadas se quedaban
sin repuesta,
ni el como
mirabas ya distintos nuestros planes,
ni con qué
indiferencia me diste el pésame de nuestro futuro..
Lo peor no fue
dejar de verte
ni el no tener
tu aroma después de hacer el amor,
ni dejar de
tener el derecho de sus labios
ni el dejarte de
proclamar como “Mi hogar” y el sentir ser yo el tuyo…
Mucho peor que
todo eso
que todo ese
dolor
que toda esa
nada
que todo ese
pozo
fue seguir con
vida, sabiendo que mi vida había dejado de ser mía..